Sobre Nosotros

Yo siempre quería ser dueña de un negocio que ayudaba a la comunidad ...

Creciendo en el sur de California, nuestra casa siempre ha tenido una política de puertas abiertas. Recuerdo encontrando amigas en el cuarto de mi mami en busca de consejo, o cuidando personas enfermas, o ayudando a los que no tenian donde estar. Me enseñaron desde el principio que tenemos el poder de cambiar nuestras vidas, nuestro mundo y hacer una diferencia en la vida de los demas.

A los 13 anos, mi mama me envió a Costa Rica para trabajar como voluntaria. Despertó mi amor por la aventura y me abrió a la magia de huir a través de los viajes, siempre he encontrado la tranquilidad y la ligereza de alma ... no hay nada como subir a un avión y experimentar un nuevo lugar para encontrarme, hacer planes, y volver a casa con una nueva apreciación de lo que tengo y lo que quiero cambiar. Mi esperanza con Alma Azul es la combinación de todos mis amores ... de la metafísica a lo terrenal, para que otros puedan venir y experimentar la alegría existencial de un buen postre después de una noche de contemplar la existencia bajo un millón de estrellas.

Nuestra historia

Había limones ...

Mi madre, que había trabajado tan duro toda su vida se enamoró. Se casó con un salvadoreño y planearon viajar por el mundo y disfrutar de sus vidas ... y luego se encontraron con la Inmigración de Estados Unidos.

Se les dijo que el papeleo pasaría más rápido si se marchaba a El Salvador ... Había vivido en Los Ángeles bajo asilo político desde la guerra y no tenía antecedentes ... Ella era una ciudadana de Cuba ... Estaban tan enamorados que se sentaban y miraban Las telenovelas juntas y tomarse de las manos ... Así que se fue.

El papeleo tomó semanas, luego meses, luego más de un año. Mami lloró y finalmente, compró una casa en una playa aislada en El Salvador. Hicimos limonada.
 

Toda la familia que venga y pasar el rato juntos en hamacas y leer ... no había televisión o wifi y la única señal de teléfono celular estaba en un lugar de la entrada (marcado por mis hermanas y yo en oro). Vimos el sol ponerse y la luna subir. Jugamos en la arena. Comimos sandía y cabalgamos en un camión. Lo vimos verter y escuchar el trueno. Hicimos lo que teníamos que hacer ... e hicimos lo mejor.

Después de varios viajes y conocer a la comunidad, era imposible ignorar la pobreza. No tenía mucho que ver con la falta de zapatos o ipads ... tenía que ver con la falta de esperanza.
Al final vimos un grupo de surfistas en surfing frente ... y mientras estábamos de LA no sabemos nada del deporte. Vimos lo que el lugar de lujo estaba cobrando y decidimos construir un lugar para traer fondos para apoyar el trabajo que queríamos hacer en la comunidad.
... Azul Surf Club nació

Desde entonces, hemos trabajado con otras personas sin fines de lucro y muchas generosas personas que nos han ayudado a construir una escuela, un aula, un puente, un parque infantil y nos hemos enamorado de El Cuco.

Y ahora ha nacido Alma Azul.

Y todos esperamos vivir felices para siempre ...